jueves, 26 de enero de 2017

Mayoría de edad

La mayoría de edad no existe. En realidad, es un momento al que le hemos llegado a dar demasiada importancia, pero que no vale nada. Solo nos confunde.

Cuando somos pequeños, se nos prohíben cosas, desde ver películas (ya puede ser dependiendo de la calificación, +12 +16 +18) hasta montarte en atracciones en la feria. Apuntarte a tal hobby, ir a algún lugar en concreto... Estamos condicionados. Eso nos hace desde pequeños, querer crecer, llegar a ser algo más mayores y conseguir ciertos privilegios. Sueñas con el futuro, con llegar a ser alguien importante, con vivir lo que no has podido. Y, lo frustrante de eso, es que no se disfruta la infancia como debería de ser. La felicidad la veíamos en el futuro, no en el propio presente, donde vas descubriendo cosas nuevas y vas creciendo de manera natural. 

Sin embargo, cuando llegamos a la edad, parte de esa ilusión se ha perdido. Por mucho que en 
nuestro interior quede un pequeño niño que quiera luchar por sus sueños, ya tiene de nuevo la vida condicionada a su edad. Estudios, clases, entrenamientos... Al final tampoco se disfruta en la madurez lo que queríamos. Ese pequeño ángel que antes se desataba por conseguir sus metas, ya se siente coaccionado, hundido y marchito.

Gracias a todo, no todo el tiempo es así, y a pesar de eso, sabemos sacar nuestro lado tierno e infantil cuando realmente algo nos emociona, nos llega al corazón o nos hace sentir especiales. Somos así, humanos, y por tener ya una cierta mentalidad madura, no quiere decir que no tengamos sueños que, aunque parezcan tontos, ahí están, y nos hacen movernos y motivarnos, vivir.

Yo no creo en la mayoría de edad como un número. No debería definirse así, porque no eres mayor. Nunca vas a ser mayor.  Serás sensato y  maduro.  Es en ese momento cuando deberían valorarte como alguien decente, no por una cifra. Luego vas viendo por el mundo, gente con trece o catorce años que controlan en mundo más que una persona de cuarenta. Somos imbéciles a veces. Seguro que recordáis alguna vez de pequeño cuando tu dabas una opinión en una conversación y no te tenían en cuenta. Luego, seguramente tendrías razón, no sé, pero nadie te tomó en serio en su momento por se pequeñín.
 A veces las palabras más sinceras y bonitas vienen de los niños.

domingo, 15 de enero de 2017

Más allá de las canciones

Una canción, no es sólo una melodía que escuchas. Si fuera así, no dependeríamos tanto de la música. Las letras nos provocan algo interior que nos gusta. Puede ser alegría, tristeza, amor, pasión, soledad... Es fantástico, porque no hay dos personas que sientan lo mismo. Es la mágica de la música. 
Una letra de una canción, es una historia, una vivencia, una aventura contada con armonía. La música se adhiere a las palabras en una perfecta sinfonía.
Y claro, cuando una canción llega más allá nuestra, nos marca de una manera que no puede sustituir nada. Yo hace tiempo empecé una libreta en la que escribía que me hacían sentir ciertas canciones. Voy a buscarla y comentar 5 de ellas.

1. Stop and Stare - One Republic. Al escuchar esta canción, me gusta cerrar los ojos e imaginarme que estoy en algún mirador de mi ciudad, o simplemente perdida en el bosque. Escuchar la tranquilidad que hay alrededor y no el sonido ajetreado de la ciudad. Luego al empezar la canción, olvidarme de todo mi día a día, pararme y mirar la belleza del alrededor. No importan las preocupaciones. Aprovecha el momento de tranquilidad y disfruta. 
El pasado que dejaste atrás, allí debe quedarse y hay que andar hacia delante para avanzar. 

2. Figther - Christina Aguilera. Esta canción la conocí por una serie, en la cual el personaje estaba pasando un momento malo. Sin embargo, coge fuerzas de donde no las hay, porque sabe que lo que sufra ahora, luego le será recompensado.
La canción habla de luchadores. Por mucho que te machaquen, luego esas cicatrices y heridas te harán levantarte y superarte. Quien las hizo, al final se quedará atrás y tú le superarás. Perder algo no siempre es malo, aunque en el momento lo parezca. Me ha pasado con "ex-amigos" que me han intentado hacer daño, como siempre pasa, y al final son ellos lo que acaban mal. Gracias por hacerme una luchadora "chicas simpáticas"

3. Hall of fame - The Script. No hay canción que hable de superación mejor que esta. Lucha por tus sueños, pase lo que pase y digan lo que quiera decir la gente. Al final, si realmente lo deseas, saldrás victorioso y hacer lo que desees. Estar en lo alto, mover montañas y parar el tiempo. Sé el dueño de tu vida.

4. Firework - Katy Perry.  El vídeo de esta canción es precioso. Muestra que, seas quién seas, como sea tu vida, la que te ha tocado, eres hermoso. Seas hombre, mujer, de cierta religión o con tal problema. Ese ideal tal y como eres, y no debes dudarlo. Sube la moral.

5. Fix you - Coldplay. Me recuerda demasiado a una amistad que perdí, en la que me esforcé por esa persona, en salvarla en sus múltiples caídas, y al final no sirvió. Es tan bonita la canción porque cuenta lo que es una amistad en tiempos difíciles. Cuando estás mal y te das cuenta realmente a quién le importas. Quién dejaría de estudiar, de trabajar o sus necesidades para ir a tu puerta y escucharte y consolarte. Darlo todo. Darte todo.

¿Y vosotros? ¿Alguna canción que os haga revivir algo, sentir cierta cosa o simplemente condicionar el día?


viernes, 6 de enero de 2017

Confianza.

Sin duda, ella sabía que acababa de romper la confianza. No sé dio cuenta hasta ese instante de lo que había perdido.

Recordaba de niña, cuando todavía era pequeña y el mundo le asustaba. Temía las calles, el ruido, el ambiente. El mundo en general. Sin embargo, tenía a algunas personas determinadas en quien confiar. Sus padres, su familia. Puede que inconscientemente ella pusiera su vida en las manos de ellos infinidad de veces. La primera vez que se calló; cuando le dijeron que no tocará cierta cosa, y no lo hizo; la vez que descubrió que no debía pasar con un semáforo un rojo... Ese instinto, que los padres tienen de protección, para los niños es seguridad, que al cabo del tiempo pasa a ser confianza.
Ellos van a ser los que den los mejores consejos, y sabes que al final, siempre acabarán teniendo razón. Al fin y al cabo, pasara el tiempo que pasara, para ellos siempre sería su dulce hija.

Sin embargo, pensándolo, llegó a la conclusión de que esa relación, no la había elegido ella. En cambio, sus amigos sí. Amigos que había ido conociendo a lo largo de su vida, desde el jardín de infancia, colegio, instituto, universidad....Era ponerse a ver fotografías de todos esos momento y recordar aventuras inolvidables. Porque es verdad, la familia que elegimos es la que forman nuestros amigos. 

Claro que ella, sabía que no todo había sido un camino sencillo. Hay gente a la que conocer personas le resulta sencillo, dos palabras y tienen su confianza completamente. Ella no había sido nunca así, por lo cual valoraba demasiado a las personas que conseguían entran en su vida. No hacía falta que fueran demasiadas, eso le llenaba. Aunque, como la gente cambia, hay caídas y engaños en esas aventuras. No todo el mundo que entra, llega a quedarse. Ver fotos y mensajes le hizo caer en eso. ¿Cuántas personas habían desaparecido de su vida cuando en su momento parecían que nunca se iban a ir? 

Recordó esa pequeña pelea que tuvo de pequeña con su mejor amiga en ese momento por una tontería. Puede que fuese una tontería, pero rompió una pequeña parte de su ser. A pesar de que luego llegaron a reconciliarse, de vez en cuando le sigue dando vueltas de la verdadera amistad que podría haber surgido, y en cambio, es amistad, pero no tan profunda y asentada.
Recuerda esos cumpleaños a los que la invitaban las niñas de su clase. Todas en ese momento eran una piña. Pero todo decae a cierta edad, y cuando no la invitaron, lloró por ser tan idiota. Una idiota de 10 años.
Recordó la gente que entraba nueva en clase y que le hacía sentir nueva. Conocer a alguien nuevo entre tanta multitud era agradable. Hasta que abusaban de la confianza.

Pero sobretodo, recuerda las grandes pérdidas. Porque, al fin y al cabo, una persona que ha entrado en tu vida hace poco tiempo, normalmente no suele dejar huella grande. Pueden surgir muchas putadas, pero te demuestran la verdadera persona que has pretendido conocer. 
Esas grandes pérdidas que recuerda, son distintas. Son dolorosas, que por mucho que se pretendan olvidar, es imposible. Una persona que se ha ganado tu confianza, se ha ganado una parte de tu ser. Te ha cambiado, puede que de manera positiva o negativa. Ha dejado huella. Los años acaban haciendo eso. 

Un error, puede irse en días, si a la persona la quieres, y te quiere, sea amistad o amor, todo se solucionara. Un fallo gordo no tanto. Ella recordaba fallos gordos de personas que ya no estaban con ella, por suerte o por desgracia, porque le habían hecho daño. Además, si encima ella estaba dando lo mejor de sí por esa persona. Es que claro, hay que aclarar lo que es distanciamiento natural, a distanciamiento forzado por una situación. Ella había sufrido todo, como cualquier persona, pero el segundo es el que marca. Porque es inesperado, de alguien que ha roto las paredes de tu confianza. Demuestra que ya no quiere ser más parte de tu familia elegida, y, aunque tú lo intentes arreglar, es tóxico al final. 
Ella lo sabía. No sabía si la otra persona tendría la suficiente voluntad para olvidar todo, pero ella no, después de un año, no podía. Era tonta y lo sabía. Pero sin duda tenía claro que lo que más le había dolido era que había quedado en evidencia a su alrededor por la otra persona, lo había arriesgado todo, para luego no recibir nada bueno. Solo cuchillos. 

Claro que, aprendió. Valora lo que tiene a su alrededor en cada instante. Sabe que igual que recibe, debe dar, porque eso es la confianza. Y hay que tener cuidado. Las amistades verdaderas, no sabía si eran las que tenía ahora, pero ciertamente creía que sí. Habían estado en esos momentos difíciles, y el apoyo es la base de todo. No todos somos duros como piedras. Necesitamos cariño, alegría y sentimentalismo en nuestra vida. Sin eso, no somos nada. Y ya lo había recibido, y lo sigue haciendo por quienes están ahí. Esas fotografías son las reales y que perduran, de momento. Por lo menos, sabe que merece la pena luchar por ellas después de todo.

Una confianza es tan fácil como un cristal. Cuesta hacerlo y mantenerlo, pero fácil de romper. Ella sabía que el pegamento no podía arreglar nada, las grietas seguían ahí a pesar de todo. Debía vivir con ello, puesto que no creía en que el tiempo arreglase todo.
Hay una delgada línea entre confianza y sufrimiento.



miércoles, 4 de enero de 2017

Querido 2017

Querido 2017:

"Vamos a empezar diciendo la realidad, va a ser un año más. Punto.
No voy a esperar nada de ti. No me he buscado propósitos y metas que alcanzar en este tiempo. Sé que no se van a cumplir. Por una parte no van a hacerlo porque al final no tengo la fuerza de voluntad suficiente, y por otro, porque no todo el mundo tiene buena suerte.

Por eso, odio los propósitos de año nuevo. Prefiero empezar haciendo otra cosa. Quiero, 2017, hacerte preguntas, inquietudes que me surgen.

¿Cuánta gente te vas a llevar de mi lado este año?
Todos los años pasa igual, y no creo que seas tú un año mejor. Todos los años perdemos personas, pero no solo me refiero a las que fallecen, sino a las que nos abandonan de nuestro lado. Las que nos prometieron estar ahí para siempre y seguramente ahora han borrado nuestro número de teléfono. Personas que pensabas conocer y te sorprenden en un instante. Además, te pediría que si me arrebatas a alguien, que sea sin dolor. Eso es lo peor. Lo doloroso no es cuando una persona desaparece de tu vida y deja una huella, sino cuando no está presente físicamente pero sí en el ambiente. En los pensamientos. Evítame indirectas anda.

¿A cuánta gente voy a hacer daño?
Sí, todo hay que decirlo. Uno recibe, pero también da. Está claro, que a veces ese dar es inconsciente, todos hemos hecho daño a alguien sin querer, accidentalmente. Sin embargo, no todo son bonitos caminos, y a veces nos volvemos personas que no creíamos que estaban dentro nuestra. Sacamos a un pequeño diablo interior. Fíjate, mis amigas el otro día me compararon con una partida de bolos. Vamos a decirlo, me puedo tirar mucho tiempo sin coger un bolo, aguantando lo que sea, pero que cuando lo cojo, hago pleno. No pensaba que me vieran tan mala jajjaja. Pero sí, en verdad en los ámbitos que son relacionados con la gente que me importa, aprendí que hay que defender. Porque duele ver a una persona que quieres que tiene el autoestima por los sueños. Duele ver llorar a los mismos ojos que has visto reír. Hay que intentar luchar por los que se quieren.
Eso sí, yo no soy quién tira el bolo primero eh? Paciencia tengo 2017, no lo arruines.

¿Cómo será la gente que conozca este año?
2016 se portó bien, intenta superarlo. Sin duda la facultad y su gente, de todos los sitios, me han enseñado puntos de vista, versiones y vidas muy variadas. No todo es lo que creemos ver, no todo es lo que pensamos, no todo es lo que nos enseñan. Me puedes enseñar a gente de todo tipo, pero me quedaré con quién merezca la pena.


¿Felicidad?
Sé que no puedes dármela. Que al fin y al cabo, como cualquier persona, me voy a levantar días que me comeré el mundo, y días que no quiera salir de la cama. Ya, no hace falta que lo digas. Pero no quiero que seas un año triste, y quiero disfrutar. Ya me la intentaré ganar yo.
Solo puedes hacerme feliz, dejando a mi familia como está, y dejándome mantener a las personas de mi alrededor que realmente me importan y me quieren. No son muchas. No quiero muchas. No van a superar los dedos de las manos. 

No sé que más preguntarte, antes tenía bastantes ideas, pero se han ido. 2017, no me falles. Quiero vivir sorpresas, alguna locura, irme a las nubes y saltar. Quiero llorar, reír hasta que mis amigas me tengan que hacer callar; sufrir para levantarme y aprender. Pero más que nada, quiero seguir siendo yo ¿Está permitido?"